Mariannys Cañas

Hola soy de Venezuela, quiero compartir mi testimonio con todos ustedes. El 28 de noviembre de 2020 mi hija de 8 años presentó fuerte dolor abdominal, de inmediato acudí a su pediatra, quien la revisó y detectó bazo muy inflamado, pidiendo que realizáramos exámenes y un eco abdominal. En la madrugada del domingo el dolor era más fuerte, tanto que tuvimos que sacarla de emergencia a una clínica, donde le pudimos realizar sus primeros exámenes, los cuales arrojaron hemoglobina, plaquetas y leucocitos muy bajos. El dolor siguió siendo muy fuerte al punto que le pedía al Señor que ya no quería que le doliera más a mi hija, que me diera el dolor a mí y no a ella. La mañana del lunes le tocaba consulta con su pediatra, antes de salir de casa oré mucho y buscando en la Biblia me encontré con el Salmo 86 que era justo lo que estaba viviendo en ese momento. Llevé a mi hija a su consulta médica y, después de su chequeo, la pediatra pidió hablar conmigo a solas para decirme que el bazo había disminuido de tamaño, que ella no podía explicarme como se desinflamó de un día para otro porque eso no sucede tan rápido, y me dijo que mi hija era un milagro, que por los resultados de los exámenes el diagnóstico que ella tenía para mi hija era de leucemia, pero al desinflamarse el bazo, ya se descartaba ese diagnóstico y me explicó que sería una posible mononucleosis. Ese día lloré muchísimo y le daba gracias a Dios por el milagro. La pediatra le mandó a realizar exámenes especiales para confirmar que fuera mononucleosis y le mandó un tratamiento y a alimentarla con jugos y comidas que le aumentaran la hemoglobina. Yo estaba muy contenta con mi milagro, pero aquí viene mi parte, yo aunque estaba muy feliz de la maravilla de Dios… 1) No realicé los exámenes ya que, por ser diciembre los laboratorios estaban de vacaciones. 2) No cumplí con el tratamiento sino que cada vez que me acordaba es que se lo administraba. 3) Le mandaron a realizar un eco al mes de la última consulta y lo hice casi a los 2 meses. En este lapso de tiempo yo empecé a asistir a una iglesia pero iba cada 15 días y lo hacía como por cumplir, como agradecimieno por mi milagro. A principios de año estaba buscando por internet prédicas y entre tantos vídeos apareció la Pastora Ana Olondo con la prédica de «Hay un conflicto en mi interior», y su manera de hablar, de explicar todo, la paz que me transmitió fue para quedarme y seguir buscando de Dios. En febrero ya me decidí a llevar a mi hija a hacerle su eco, ese día sentía mucho miedo. Pero fui y mi sorpresa fue que el bazo seguía muy inflamado, y me volvieron a hablar de una posible leucemia, ese día el temor se apoderó de mí no sabía qué decir ni qué hacer, y yo solo le decía a mi hija todo va a estar bien, confía en Dios, aunque por dentro sentía que estaba devastada. Presentamos los exámenes para mononucleosis y dentro de todo, aquí empecé a activar mi fe, a pedirle mucho mucho a Dios por la sanidad de mi hija, cada prédica que veía de Cielos Abiertos, me llenaba mucho y me enseñaba cosas que no entendía. «Pon tu fe en acción» fue la prédica que me despertó espiritualmente hasta el punto de ayunar por la sanidad de mi hija. El día que me entregaron el resultado de mononucleosis dio positivo, pero para mononucleosis infecciosa, así que me refirieron a un pediatra infectólogo, pero esta vez ya conociendo la palabra de Dios y con todo lo que me había enseñado la Pastora. A través de sus prédicas no sentía tanto temor. Ojo aún batallaba con el enemigo por esos pensamientos del infierno que diariamente venían a mí, pero bueno en fe la llevé a su consulta con este especialista, y todo bien hasta que me dijo que le mandaría más exámenes, entre ellos uno para ver sus glóbulos rojos y descartar tener que enviarla a un hematólogo, por leucemia o alguna enfermedad similar. Y sí, una vez más el enemigo queriendo hacer de las suyas, pero ya esta que era la tercera vez yo era una mujer más fuerte, una mujer de fe y le dije al enemigo: esta vez no tengo miedo, y venía a mi mente todo aquello que hablaba la Pastora Ana, que decÍa: yo haré lo natural y Dios hará lo sobrenatural, pondré mi fe en acción y efectivamente así fue. Todos los jugos para subirle hemoglobina se los daba, las comidas que me mandaron se las hice, seguía mi relación con Dios y mis oraciones por la sanidad total de mi hija. Le realicé todos los exámenes que le mandaron a mi hija… y para Gloria de Dios el frotis de Sangre (donde se descartaría la leucemia) salió perfecto. La hemoglobina subió en una semana, no el resultado que me indicó el Dr. Pero me dijo que todo iba perfecto. Faltaba un solo resultado, y era el examen de plomo en la sangre, pues ese resultado salió un poco alterado y me refirieron a una pediatra toxicólogo, pero yo como mujer de fe dije: no tendré miedo, no acepto ese resultado, Señor tú tienes para mí el resultado de sanidad de mi hija, y batallaba a diario con esos pensamientos con que el enemigo me quería derrotar, pero no, cada momento recordaba todo lo aprendido, cada palabra, y que la fe sin obras es muerta. Entonces más me refugiaba en el Señor, más buscaba de ÉL, busqué un lugar en mi casa, que es mi lugar de oración todas las mañanas y seguía orando por la sanidad de mi hija. Este Domingo 4 de Abril, en el servicio del Domingo, Dios a través de la Pastora me dijo: ¡Hecho está!, y yo le creí, y le dije Señor yo te creo, no dudaré, quita toda incredulidad de mí, tú eres nuestro médico por excelencia, creo en ti. Ayer lunes 5 de Abril fue la consulta de mi hija con la especialista de toxicología, pues para Gloria de Dios, la Dra me explicó absolutamente todo, mandó un tratamiento por 3 meses y a repetir ese examen, que el proceso bajar el plomo es algo lento, pero si Dios me dijo hecho está, yo por fe sé que los próximos exámenes de mi hija van a estar todos absolutamente todos perfectos, porque Dios no miente ni se arrepiente. Hoy día le doy gracias a Dios porque gracias a este proceso hoy soy una mujer fuerte, de fe, que quiere buscar Su rostro, que todo lo que necesito solo Él me lo puede dar. Dios toma su tiempo, nunca dudemos, porque mientras más tarda, mayor es la Gloria. Gracias a Cielos Abiertos, Gracias Pastores Ana y Tony, han sido de gran bendición para mi vida. Con Dios vamos de Gloria en Gloria y de Victoria en Victoria.