Rosi Álvarez

¡Hola a tod@s! Me llamo Rosi y contaré mi testimonio para dar Gloria y Honra a Dios y para agradecerle por lo que ha hecho, hace y hará en mi vida. El día 14/3/2014 acompañé a una amiga a la iglesia en la que se congregaba para DEMOSTRARLE a ella que allí no había nada ni nadie sobrenatural (tal y como ella me explicaba), y que la hacía sentir algo especial física y espiritualmente; ¡¡hasta la llegué a acusar de ser muy susceptible!! ¡Qué equivocada estaba yo! Fue así como llegué a Cielos Abiertos y comencé a intentar darle explicación «humana» a todo lo que ella creía sobrenatural, hasta que llegó el momento de la prédica que compartió nuestro Pastor Tony Vargas, y fue entonces que escuché una voz en mi interior que me pidió que perdonara a una persona a la que odiaba y tenía rencor desde hacía 30 años. Y ¿saben qué ocurrió? Que después de llevar 7 años pidiéndole a Dios que me ayudase a perdonarla porque me dolía el alma, no fue sino hasta ese momento que pude hacerlo, y acto seguido sentí una paz tremenda. Me pidió perdonar a dos personas más (28 y 15 años de rencor acumulado) y ¡me fue tan fácil hacerlo! ¡de verdad! Seguidamente empecé a sentir un hormigueo en mis pies que fue subiendo hasta las rodillas y después un abrazo fuerte rodeando mis piernas. Fue entonces que entendí que quien me pidió perdonar, me ayudó hacerlo y me abrazó fue el Espíritu Santo, esa Persona desconocida para mí hasta ese momento. Sí, desconocida, porque yo tenía una relación con Dios Padre, creyendo que era alguien duro, exigente, condenador y siempre recriminador por cada fallo que cometía. Conocía a Jesús como el pobrecito que estaba en la cruz cada día a pesar de que me contaban que estaba vivo, y del Espíritu Santo solo sabía que se había posado en forma de lenguas de fuego sobre los apóstoles en Pentecostés. Nada que ver con la realidad, pues ahora sé que Dios nos ama sobre todo lo creado, que es un Dios misericordioso que olvida nuestros pecados una vez nos hayamos arrepentido y cambiado de dirección, que es paciente y fiel. Descubrí que Jesus está vivo como dice en la Palabra, y que Él es el único intercesor entre el Padre y nosotros, que dio lo más valioso que tiene un hombre que es Su vida por toda la humanidad y que también es Dios. Y me fue revelado por Él mismo, la naturaleza del Espíritu Santo, que está en nosotros, nos puede hablar y tocar, es nuestro amigo y consolador, nuestro inmejorable consejero y también Dios al igual que Jesús y que el Padre. Pasé al llamado y fui liberada de varias ataduras en mi vida, alguna de índole sexual, y puedo dar este testimonio que hoy casi 5 años después no he vuelto a recaer en estas últimas, gracias a Su ayuda y cuidado. Acepté a Jesús como mi Dueño y Señor, y desde entonces celebro mi aniversario ese día, pues siento que es cuando realmente nací a la VIDA y no cuando me dio a luz mi madre. La transformación que Dios ha hecho en mi vida en todas las áreas ha sido espectacular. Cancelé deudas sin generar más, la relación con mi hijo mejoró profundamente, en el trabajo me bendijo con Favor y Gracia frente a mis jefes y mucho más… y sé que esto es solo el principio, porque ÉL todo lo hace perfecto y con sobreabundancia. ¡Gloria y más Gloria a Dios! Un saludo a tod@s. Que Dios los bendiga hoy y siempre.